1OO años de Can Duran, 1923-2023

Ésta es la historia de cuatro generaciones de una familia que, desde 1923, se dedica al mundo del comercio. Sumar años es bonito, pero cuando observas la trayectoria, te das cuenta de que han pasado buenos y malos momentos, pero te quedas con los mejores, que son les han dado la fuerza para llegar al centenario de Can Duran.

Los fundadores de toda esta dinastía de comerciantes fueron Joan Duran y su esposa, Conxita Baus. Primero, en la Puerta de los Tureros, haciendo cestos y zurrones (para llevar el carbón) y, más adelante, en el número 45 de la Plaza de Mayor de Banyoles. Sin embargo, quien supo sacar adelante el negocio familiar, marcado por la guerra, fue Conxita. Era una mujer valiente que no dudó en alquilar habitaciones en la casa de la plaza Mayor durante las épocas difíciles para poder pagar todas las facturas. Este carácter emprendedor marcó a las futuras generaciones: el aprendizaje de buscar siempre soluciones a las adversidades para sacar adelante los negocios propios.

La segunda generación la conforman los hermanos Jaume (conocido como el Ros de Plaça) y Pere Duran. Jaume, una persona con gran aptitud comercial, colaboraba con muchas actividades lúdicas en la población. Participaba cada año en el Concurso de Belenes y formaba parte del Manípulo de Manaies. Cada Domingo del Ramo, los niños y niñas llevaban a bendecir a la iglesia de Santa Maria dels Turers las palmas que él, junto con su mujer, Juanita Costa, habían elaborado. En su tienda se vendían juguetes, todo tipo de cestos y persianas, alfombras y marroquinería. Su carácter familiar le impulsó a llevar a cabo diferentes iniciativas en la tienda: por ejemplo, los clientes que compraban durante la Campaña de Reyes recibían una entrada para el evento que organizaba con los Reyes Magos, donde los niños y niñas podían leer sus cartas. Quizás actualmente vemos esta experiencia

comercial muy sencilla, pero estamos hablando de los años ochenta, lo que suponía un gran reto y una innovación.

Dolors Duran y Conxita Duran son la tercera generación. Ambas hermanas regentan, cada una, su tienda. La hermana mayor, Dolors, continúa su negocio en la plaza Mayor de Banyoles, donde se encuentra el establecimiento emblemático de la familia, así como el Museo Familiar de juguetes antiguos y figuras de pesebre. Dolors, junto con su marido Joan Frigola, amplió el negocio con la tienda ARC. Actualmente, están al frente de estas dos actividades, donde han ido evolucionando desde juguetería hasta una tienda multimarca con una gran variedad de artículos (marroquinería, zapatería, ropa y juguetes), y amplia gama de precios. Conxita, a su vez, mantiene la tienda de “la carretera” (Avenida Països Catalans), donde vende todo tipo de marroquinería, tanto para hombre como para mujer, así como artículos de viaje. También tiene una línea de ropa de mujer. Tanto Conxita como Dolors han dedicado toda su vida a los negocios, dejando un legado comercial en nuestra ciudad muy satisfactorio.

Helena Frigola pertenece a la última generación que, de momento, sigue en el comercio. Su forma de trabajar, junto con los valores familiares que ha heredado, le han permitido impulsar su propio proyecto, la tienda ARCmoda, tanto a nivel offline como online.